4 de Octubre; Héroes del Silencio reúnen más de 60.000 almas...

Gira Héroes del Silencio - Concierto de México DF
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Alrededor de 60.000 espectadores asistieron al concierto que ofreció en el Foro Sol de Ciudad de México la mítica banda de rock española Héroes del Silencio, un recital que sus seguidores podrán rememorar en un DVD junto a los otros conciertos de su gira de regreso.

Como en los años noventa, antes de que el grupo decidiera desintegrarse, Héroes del Silencio interpretó más de una veintena de canciones, coreadas por los asistentes que desde la tarde abarrotaron el recinto del barrio de la Magdalena Mixuca, en el noreste de la capital mexicana.

Apoyados por una gran escenografía, misma que retraso el inicio del concierto por una falla en un motor averiado en una de las pantallas que se alzan al principio del concierto, para descubrir a la banda con pantallas gigantes y juegos de luces, el vocalista Enrique Bunbury, el bajista Joaquín Cardiel, el batería Pedro Andreu, el guitarrista Juan Valdivia y su hermano Gonzalo, abrieron su espectáculo musical con "El Estanque" y "Deshacer el Mundo", que causaron una inmediata algarabía entre la multitud que rapidamente olvido el retraso de poco más de una hora.

Contagiado por el entusiasmo de la gente, Bunbury agradeció el recibimiento de un país, que, según dijo, siempre les recibe "con los brazos abiertos".

"Cuando nosotros comenzamos a venir aquí, hace quince años, veníamos a lugares pequeños, a clubes, y esto se nos hace muy grande, ustedes son muchos", indicó luego el vocalista, sorprendido ante la multitud que acudió a ver un recital de dos horas de duración.

El grupo estará de nuevo en el Foro Sol el próximo sábado para ofrecer su segundo y último concierto en México, para el que se han agotado ya las entradas.

Al igual que en las demás plazas, los momentos álgidos llegaron con "Deshacer el Mundo", "Héroe de Leyenda", "Entre dos Tierras" y la mágica "Chispa Adecuada" en los bises. Enrique repitió luego el ritual de enfocar a la audiencia en los compases finales de "En brazos de la fiebre", la canción elegida para cerrar los shows en toda la gira. Es un momento muy bonito en el aspecto emocional: el vocalista de la banda que puebla el inmenso y colorista escenario del concierto devuelve una dosis de protagonismo y cariño a los fieles que han ido en busca de su dosis de emoción, con la certeza (o incertidumbre) de que es un espectáculo que no se repetirá jamás.