28 de octubre de 2007

Los atascos en Cheste impidieron a más de 20 mil personas despedir a los Héroes...

Desde las cinco de la tarde, las retenciones se multiplicaron en las principales vías de acceso al circuito valenciano. Los fans se quejan de la falta de organización y reclaman el dinero de sus entradas.

HERALDO.es Los problemas de acceso a la localidad valenciana de Cheste, donde los Héroes del Silencio celebraron el último concierto de la "Gira del Milenio", generaron atascos de hasta 10 kilómetros que impidieron a miles de fans, con su entrada en la mano, acceder al último espectáculo del grupo aragonés. Fuentes de Tráfico explicaron que, desde las cinco de la tarde, las retenciones se multiplicaron en las principales vías de acceso al circuito valenciano, que preveía congregar a más de 80.000 personas.

Tras la decepción de los miles de fans que escucharon a lo lejos, desde el atasco, los grandes éxitos de sus ídolos, al blog de Pablo Ferrer en HERALDO.es comenzaron a llegar numerosas críticas a la organización y demandas de la devolución del precio de sus entradas. Entre ellos, Javi Marín, con la entrada comprada hace meses, reconocía haber llorado al ver los fuegos artificiales que ponían fin a la gira, a más de 10 kilómetros del escenario "desde nuestro coche, tirados y sin ninguna explicación por parte de nadie". También Juanjo de Zaragoza, quien tuvo la "suerte" de asistir al concierto después de dos horas de atasco, aseguraba que "es increíble la falta de previsión de la Generalitat Valenciano para el evento. No puedo olvidarme de los casi 20.000 ilusionados fans, que por falta de previsión de alguien no pudieron desplazarse hasta el concierto".

Conchi comenta que una vez empezado el concierto "nos resignamos a escucharlos en el coche, avanzando unos metros como tortugas, con una leve esperanza de llegar a ver la última hora. Sin embargo, después de ver el atolladero a la entrada del recinto, la solución fue cambio de sentido: Alicante-Albacete". Por su parte, Myriam Abad, con las entradas del concierto aun sin romper, reconocía en el blog que se siente defraudada y engañada. Con la resaca del fracaso se pregunta, más allá del dinero de la entrada, quién puede devolverle la oportunidad perdida. .

Pero los problemas de tráfico no se limitaron a las horas previas al concierto. Después de la última actuación de Búnbury y el resto de la banda, miles de personas tuvieron que pasar la noche en los aparcamientos del circuito porque las inmensas retenciones hacían imposible salir de Cheste. El caos circulatorio dejó un amargo sabor de boca a miles de fans y empañó el fin de fiesta del grupo zaragozano.

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